dijous, 13 de novembre del 2014

sexismo

esta semana me recorri las 5 zapaterías que hay en mi barrio y de todos los zapatos que me gustaban y me hubiera comprado, ninguno ofrecían de mi talla. un 44 es una talla normal. pero al igual que con el colorido y variedad de jerséis, camisetas, pitillos, vestidos o abrigos...  en igualdad de condiciones, el mundo de la moda es muy sexista, y una esta obligada a conformarse con el zapatote negro, el pantalón sin forma o el jersei caqui, como si viviéramos en la pobreza perpetua, con lo que me gusta a mi los vestidos y las creepers.

será que el habito crea al monje... no se si es la demanda o la oferta lo que surge primero. en mi caso es la oferta la que determina mi demanda.

la verdad es que me sorprende pasear por el barrio y ver que en la mayoría de negocios, en especial en los de reciente abertura, la personas empleadas son mujeres. publicidad donde solo hay imágenes de mujeres y webs corporativas que a juzgar por las fotografías, en el mundo solo existen mujeres y chicos de los recados.

lo mismo ocurre en los servicios públicos. si se trata de conducir un autobús ahí si hay hombres... pero si se trata de sentarse en el mostrador de cualquier oficina publica, servicios de salud, bibliotecas, o cualquier oficina con calefacción, no faltan mujeres. mujeres exentas de todo.

y si de la calidad del servicio hablamos,  las veces que voy a unos grandes almacenes (Apple, fnac, casadelibro...) ante la duda ya me dirijo a un empleado en lugar de a una empleada; por mi experiencia ellos me atienden mejor. será que trabajan el doble que ellas y todos cobran igual.

cualquiera que se pasee por la calle principal de una gran ciudad, escaparate de lo mas, donde lo único que salta a la vista son tiendas de moda femenina, joyerías, y bancos, le parece que el mundo este echo para mujeres.

asi que hasta que no vea andamios llenos de mujeres y tiendas de moda unisex no creeré que haya igualdad.
y mientras no pueda tener hijos por mi misma, ni pueda salir a la calle con tacones y mi abrigo de piel, me considerare discriminada.